La pintura es un producto que requiere para su envase unas propiedades específicas para su conservación, y más en el caso de las pinturas ecológicas Graphenstone. La pintura suele ser envasada en cubos de Metal o Plástico ya que son los materiales más útiles para este cometido gracias a su ligereza y resistencia. Siendo la sostenibilidad y la ecología pilares de nuestra filosofía de cómo ver la vida tendría sentido realizarnos una pregunta obvia ¿Tiene sentido vender pintura ecológica en botes de plástico? En este artículo os vamos a desarrollar la respuesta.
El plástico y su polémica relación con la sostenibilidad
El plástico es un material tan barato y versátil que lo podemos encontrar en cualquier parte, en casi cualquier packaging de cualquier producto. Pero el uso del plástico se ha visto cuestionado en los últimos tiempos por su larga vida, ¡una bolsa de plástico de la compra puede durar 150 años en biodegradarse! Esto lo convierte en un producto, a priori, poco sostenible, ya que no es difícil darse cuenta de que hay una gran acumulación de residuos plásticos en el planeta y que interfieren de manera negativa en el medio ambiente. ¿Quién no ha oído hablar de las islas de plástico ?
Pero esto no significa que deba dejar de usarse el plástico hasta su desaparición, por supuesto que no. El plástico es un material resistente, flexible, ligero y muy útil en una infinidad de disciplinas. Además, es un material muy ramificado cunado hablamos de su fabricación, ya que podemos encontrar 100% reciclados y reciclables que respetan las 3 R de la sostenibilidad, que como sabemos son Reducir, Reusar y Reciclar. Y de eso se trata, de reducir el uso de plástico, ¿cómo?, haciendo que sea reutilizable, fabricando el envase con plástico reciclado y que también pueda ser reciclado en un futuro. En este artículo vamos a explicaros la evolución del material de los packaging de pinturas que hemos utilizado desde que nació Graphenstone.
La historia del plástico y el packaging
Partiremos desde el polipropileno virgen hasta llegar a las bolsas que envasan la pintura de La caja lista para pintar . Una evolución donde el uso de materiales siempre ha tenido la intención de seguir la línea editorial de la empresa; comercializar con pintura y recipientes que dejen la menor huella de carbono y residuos en el planeta. Hablamos de dar pasos reales en el cambio de dinámica en un mercado como el de la pintura, un mercado relacionado con el impacto negativo de micro plásticos en el medioambiente y que Graphenstone siempre ha tenido presente el trabajar con productos cuyo impacto al medioambiente en microplásticos sea nulo.
Como hemos comentado, en Graphenstone comenzamos usando el polipropileno virgen. Un termoplástico que, como tal, posee una gran resistencia a altas y bajas temperaturas, así como en peso. Este material es muy común para el packaging de pinturas, por su capacidad aislante y su resistencia. Pero el Polipropileno Virgen al final es un plástico que se ha producido de cero así que no es el camino más sostenible que podemos escoger.
Aquí entra el Polipropileno reciclado, un plástico que comparte las mismas propiedades que el “virgen”, pero que en este caso está realizado con plásticos reciclados. Aquí es cuando entran los PCR, que para los que no sepáis lo que es, os hacemos un resumen rápido. Los plásticos suelen contener en su elaboración la resina tereftalato de polietileno (PET), la cual, tras un proceso de recuperación, puede ser reutilizada. El PET reciclado se le conoce como PET PCR: En definitiva, PCR significa Reciclado Post Consumo. En un principio, en el caso de Graphenstone, se usaba Polipropileno con un PCR del 80% (80% de plástico reciclado y reciclable) y actualmente usamos envases que ya tienen un PCR del 100%.
También encontramos envases alternativos cuyas propiedades también combinan la resistencia con la sostenibilidad. Hablamos por ejemplo de los recipientes Hybrid. Estos envases están realizados por una combinación de materiales que son el polipropileno ya nombrado, con una tapa metálica, lo cual mejora la hermeticidad del producto. Esto convierte a este recipiente de un híbrido entre plástico y metal, que lo hace más reutilizable que los anteriores y por ende más sostenible.
Graphenstone y el packaging biodegradable
Ya hemos hablado de distintos envases, pero al final todos partían de un mismo patrón, son cubos/ botes de plástico reciclado, que al final abarcan un espacio cuando ya no lo necesitamos. Aquí es donde entra la gran innovación de Graphenstone, y es que, en La caja lista para pintar, la pintura es envasada en bolsas. ¿Qué tiene de especial estas bolsas? Su principal valor es que está fabricado con un tanto por ciento de plástico mínimo en comparación con los botes. Puede resultar extraño ver la pintura envasada en bolsas, pero además de su sostenibilidad, su vertido sobre el recipiente de la pintura es más sencillo. Realmente es un paso de gigante en nuestro camino de la sostenibilidad de los envases. Pero estas bolsas se nos quedan cortas y ya se tiene planificado para que en un futuro cercano las bolsas sean biodegradables.
La conclusión final es que Graphenstone proporciona una pintura ecológica, sin micro plásticos, envasado en recipientes reciclados y reciclables y también en formato bolsa. Aún hay mucho camino que recorrer en busca de mejorar la sostenibilidad del producto y packaging de las pinturas. La caja lista para pintar solo es un paso más hacia la sostenibilidad de los que quedan por llegar.