Uno de los principales problemas medioambientales de las grandes urbes son las altas concentraciones de NO2, esto es un gas tóxico al que se le atribuyen problemas para los seres humanos como asma, irritación de ojos, alergias, bronquitis y disminución de la calidad de vida en general.
Países como China o grandes ciudades como Madrid y Barcelona ya tenían serios problemas con su calidad de aire, y es que los gases contaminantes pueden llegar a matar hasta a 10.000 personas al año.
La reducción del nivel de actividad económica en estos lugares a raíz de la crisis del coronavirus ha producido un cambio drástico en los niveles de CO2 y NO2.
En China han disminuido los niveles de contaminación atmosférica en casi un 25%, lo que supone el 6% de contaminación global ya que el país asiático se encuentra a la cabeza de la lista de países más contaminantes del mundo. Pekín en los últimos años ha vivido varias crisis de alertas rojas por cuestiones de polución.
La lucha que en nuestro país estamos haciendo contra esta pandemia ha reducido los niveles de polución en más de un 60% en general, y este descenso llega al 83% en Barcelona, al 76% en Castellón, al 73% en Madrid y al 65% en Gijón.
Estos cambios supondrían una muy buena noticia si no fuera porque las medidas para frenar esta pandemia son temporales y lógicamente habrá que retomar la actividad económica cuando el Covid-19 haya sido derrotado.
Pero más allá de verlo como una mejora pasajera estamos ante la oportunidad de cambiar las cosas, un virus no puede ser el responsable de la eliminación de la polución de nuestras ciudades, en todo caso debemos aprovechar esto para construir a partir de ahora las ciudades del futuro, más verdes, más sostenibles y donde la calidad del aire sea un factor que se cuide y se proteja. Hay que apostar desde ya por las energías renovables, sustituir cada vez más los combustibles fósiles, incrementar el porcentaje de productos reciclados y promover una conducta proactiva tanto ciudadana como gubernamental hacia la economía circular en general.
Desde Graphenstone queremos hacer llegar el mensaje de que pintando se pueden generar espacios más saludables a través de la generacion “green” de pinturas, que además de no emitir compuestos nocivos al medio ambiente, purifican nuestro aire generando espacios más sanos y mejorando así nuestra calidad de vida.
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